miércoles, 19 de octubre de 2011

MANIFIESTO DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER RURAL

Hoy, 15 de octubre de 2011, las mujeres de la Federación Comarcal de Asociaciones de Mujeres de Los Pedroches nos reunimos para celebrar el Día Internacional de las Mujeres Rurales, y lo hacemos en Dos Torres, uno de los pueblos más bonitos de nuestra comarca.
Vaya por delante el agradecimiento de todas las aquí presentes a las mujeres que han organizado este encuentro.


El Día Internacional de las Mujeres Rurales nace en 1995 en la cuarta conferencia mundial sobre las mujeres organizada por la ONU y celebrada en Pekín. Este día surge con el objetivo de reconocer y valorar el imprescindible papel que las mujeres rurales desempeñamos en el mundo. Dieciséis años después continuamos trabajando para que se nos reconozca, visibilice y se nos escuche. Porque tenemos mucho que decir respecto a lo que entendemos por desarrollo rural y porque es necesario que seamos protagonistas en la vida y los cambios de nuestros pueblos.


Para que seamos conscientes de la importancia que cada una de nosotras podemos tener en el progreso de nuestra comarca vamos a recordar una fábula que nos invita a la acción.
“Un día un enorme incendio comenzó a quemar la selva, todos los animales, asustados, se sintieron impotentes ante el tamaño del incendio. Todos excepto un pequeño pájaro que dijo “tengo que hacer algo, voy a hacer algo” y comenzó a coger en su pico agua de un arroyo cercano y a echarla sobre el incendio, así estuvo mucho tiempo yendo y viniendo del aroyo al incendio, hasta que se le acercaron un elefante y otros grandes animales y le dijeron “que piensas que puedes hacer, el incendio es muy grande y tu eres muy pequeño, tienes un pico muy chico y sólo puedes llevar una gota de agua”. El pajarito no cayendo en el desánimo les contestó” estoy haciendo lo mejor que puedo hacer”
Esta fábula la contaba Wangari Maathai una mujer africana, de Kenia, Premio Nobel de la Paz en 2004, que con esta filosofía consiguió, junto a otras muchas mujeres, que se plantaran 40 millones de árboles para luchar contra la desertificación en áfrica.
Ella nos dijo que no importa lo que seamos, si poderosas o insignificantes, lo que importa es que hagamos lo mejor que podemos hacer.


Las mujeres de esta Comarca no podemos ni queremos permanecer aisladas en nuestro mundo particular y familiar cuando sobre el presente y el futuro de nuestros pueblos y del mundo se ciernen grandes amenazas.
Las mujeres del mundo rural sufrimos en mayor medida la actual situación de crisis económica y medioambiental. Somos las más afectadas por el desempleo, las estadísticas a nivel nacional nos dicen que 5 millones de mujeres vivimos en el medio rural y que la tasa de empleo de las mujeres es del 49% frente al 84% de hombres; así, a modo de ejemplo, tenemos que en septiembre en Dos Torres de 241 personas que había en paro 104 eran hombres y 137 mujeres, en Pozoblanco 746 hombres y 1.029 mujeres, en Hinojosa del duque 390 hombres y 621 mujeres.
Sólo en el número de contratos a tiempo parcial sobrepasamos a los varones, lo cual es bastante injusto al igual que lo es el hecho de que socialmente se nos exija a las mujeres que sigamos asumiendo en solitario el mundo de los cuidados y la responsabilidad en el hogar, pero, eso sí, sin dejar de llevar una ayudita económica a casa.


Ante esta situación nos rebelamos y reclamamos más igualdad de oportunidades, mayor presencia en los lugares de toma de decisiones de nuestros pueblos y nuestra Comarca, en los Ayuntamientos, en los Consejos Rectores de las empresas y cooperativas grandes, en la Mancomunidad, en el Grupo de Desarrollo Rural, donde la igualdad formal dista mucho de la que es real.
Por todo ello, hemos de ponernos a trabajar duro y exigir la creación de Consejos Locales de Mujeres en cada pueblo de nuestra Comarca y de un Consejo Comarcal de Mujeres. Desde donde podamos elevar propuestas a los plenos de los Ayuntamientos, a las administraciones comarcales, sobre las políticas de desarrollo rural y agrario, sobre el diseño urbanístico y económico que queremos en nuestros pueblos, sobre la seguridad y la soberanía alimentaria, sobre cómo se gestionen los recortes públicos y sociales que se avecinan. En definitiva lograr que se escuche nuestra voz y nuestras ideas, y nuestras necesidades se conviertan en realidades.


Conseguir todo esto depende de un factor principal, la unión entre las mujeres, para lo cual es muy importante la existencia de esta Federación Comarcal de Mujeres, ella es nuestro lazo de unión.
Unión necesaria para alzar una voz potente contra la violencia hacia las mujeres, en lo que llevamos de año son ya 73 las mujeres asesinadas, una voz que denuncie las especiales dificultades que las mujeres tenemos en el medio rural para salir del circulo de esta violencia, para acceder a los recursos policiales y sociales. Una voz que exija servicios y estadísticas que reflejen la incidencia de esta violencia.
Desde la Federación, igualmente, hemos de trabajar para que las mujeres aprendamos a comunicarnos a través de las nuevas tecnologías, porque las distancias entre nuestros pueblos son grandes y no podemos permitir que esa distancia se traduzca en distanciamiento. No hemos de tenerle miedo al ordenador, pensemos que es tan complicado como tejer a ganchillo, o aprender una nueva manualidad. Es un reto personal del que depende en gran medida nuestra acción social.
También la Federación ha de ser nuestra principal fuente de información y de celebración sobre los logros conseguidos por las mujeres, como es el caso de la nueva ley de titularidad compartida, una antigua reivindicación de las mujeres rurales, que ha sido aprobada recientemente, y que supone un avance importante. Es una ley destinada a favorecer la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en la actividad agraria. Nos ofrece la posibilidad de compartir como titulares la administración y representación nuestras explotaciones y nos reconoce derechos jurídicos, fiscales, laborales y sociales.
Hemos de conocer a fondo esta ley, saber cuáles son los beneficios que nos ofrece, y difundirlo. También esto forma parte de la labor de la Federación.
Al igual que apoyar iniciativas para la creación de puestos de trabajo. En ésto las mujeres hemos de ser imaginativas. Pensar en proyectos de futuro. El mundo de la alimentación ecológica es uno de ellos, la compra y venta de productos ecológicos puede proporcionarnos un empleo, un modo de vida rentable y sostenible.
Porque sostenibilidad es futuro y esto es en resumen lo que las mujeres reclamamos para nosotras y nuestra tierra.


Reflexionando sobre qué supone ser mujeres rurales, quizás suponga esto: compromiso, responsabilidad y sobre todo garantía de un futuro.


Tránsito Habas Sánchez
Asociación de Mujeres "Ventana Abierta"
Pozoblanco



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